El amor no tiene edad y, al contrario de lo que muchos puedan pensar, en la edad sénior el amor también tiene su espacio. Y es por eso que hoy nuestro post va dedicados al amor y las bodas en mayores.
El amor en edad sénior no es el típico amor fogoso y pasional propio de la juventud, sino que es más tranquilo, sereno y reflexivo. El mayor problema a los que se enfrentan las personas mayores, es la soledad y es por eso que cada vez son más las personas mayores que deciden unir sus caminos, celebrando una boda como broche de oro.
Pero también las personas que conviven desde hace mucho años, esos que llevan toda una vida juntos, se animan cada vez más a renovar su amor y a celebrar esa boda que nunca pudieron celebrar.
La expresión del amor con el paso de los años cambia. Lo que en la juventud es pura pasión, en la vejez se transforma en cariño, aprecio y estima. Se trata de un amor con mucha más sabiduría y racionalidad que se demuestra en forma de complicidad y largas conversaciones, delicadas muestras de afecto y bonitos detalles románticos como la invitación a un paseo o una agradable tarde de teatro.
Según un estudio realizado en 2013, aquel año se celebraron 7.878 enlaces en los que al menos uno de los cónyuges tenía más de 60 años, el 64% eran hombres. Y esas cifras no han dejado de crecer año tras año. Una de las razones de este incremento en bodas de la edad sénior, es la normalización de los divorcios, está mejor visto y aceptado que una persona mayor pueda divorciarse y rehacer su vida junto a otra persona.
El amor no tiene edad, y está demostrado que es mucho más que un refrán y desde La Botiga Roba d’Home nos sumamos a la celebración de ese amor, maduro, cómplice y sereno.